6.05.2008

Eduardo de la Puente - Mayo 2007



“El querer ser como nosotros es un error”
A los 43 años, casado y con un hijo, aún debe materias del secundario.
Dice que no pretende ser un referente y asegura que le costó haber llegado en donde está, más allá de no haberlo buscado. Además, confirma que él es lo que predica en los medios.



Es co- conductor del programa televisivo Caiga Quien Caiga, con Mario Pergolini y Juan Di Natale; conduce dos programas en FM Rock & Pop, Ranking Rock and Pop y Cuál es?, junto a Pergolini y Marcelo Gantmann. En televisión presenta para Rock &Pop TV “El sótano” y es el guitarrista de la banda Tristemente célebres.


La mesa estaba llena de diarios desarmados, los tres micrófonos y comida árabe. A los alrededores, una pared con fotos de mujeres en poca ropa. Ese es el estudio de Cuál es?, en la Rock and Pop, donde Eduardo de la Puente, con un cigarrillo en mano, no calla nada.

Periodista: ¿Te considerás referente de los jovenes?
Eduardo de la Puente:
(Piensa un segundo) Yo creo que en algún punto para algunos jovenes sí puedo llegar a ser un referente, pero no es mi intención, ni yo me tomaría como referente. Creo que hay muchos mejores, pero es un poco inevitable. Cuando hacés algo público quizás haya gente que desde un lado u otro te toman como un referente. Trato de no serlo.

P: Sin embargo, las encuestas confirman que sos uno de los más elegidos por los jovenes.
E:
¡Así esta la juventud! – se ríe -. Trato de deslindar toda responsabilidad al respecto.
Yo hago lo que hago y vivo de esto. Me divierto haciéndolo. En ningún momento pretendo ser tomado como guía de nada.

P: ¿Por qué crees que muchos jóvenes tienen como referentes a personas de otra generación y no a la que pertenecen?
E:
Quizá, son pocos los que llegan a este punto. – Piensa - Yo vengo remando desde los 18 y digamos que las rieles del éxito, en el sentido de poder vivir de lo que hago, no es algo que te toque de joven. Lo que tiene de bueno es que vas juntando experiencia para poder sostenerte después. Porque tampoco creo en el éxito meteórico, esas cosas suelen durar muy poco. Me parece que en ese sentido es cuestión de tiempo.

P: Por lo general, los jóvenes siempre intentan ser como alguno de sus ídolos.
E:
Lo que pasa es que ahí viene el error principal: el querer estar en la radio, o el querer estar en la tele o, el querer ser como nosotros. Eso es un error. Porque el asunto pasa por saber realmente qué es lo que querés hacer y mandarte a fondo en eso. Gran parte de haber logrado este lugar, en donde estamos, es no haber querido estar nunca. Si vos me decís ´¿a vos te hubiera gustado estar en la tele, ser famoso y conocido?´ No. Para eso me meto al casting de Gran Hermano.

P: ¿De chico, que aspiraciones tenías?
E:
Yo quería ser médico. Cuando entré en la secundaria y vi lo que era estudiar dije: ´¡y después de esto, 7 años de Medicina…no, ni en pedo!´- se ríe-. Lo único que hacía bien era escribir. Tampoco dije ´¡me voy a dedicar a escribir, voy a ser un gran escritor!´No. Sino, ´¿qué se puede hacer escribiendo? Bueno, el periodismo es una´. Lo demás fue surgiendo. Jamás me imagine escribir, producir y conducir para radio; producir para tele, poner la jeta en la tele. Nunca me lo imaginé. Los libros tampoco…

P: ¿Qué enseñanza te dejaron los libros que escribiste?
E:
(Piensa) Va a sonar medio ególatra, pero yo los libros los termino de escribir y no los vuelvo a leer, excepto cuando vuelven de la editorial y leo sólo las partes corregidas. (Suena música en el estudio que interrumpe los pensamientos de Eduardo, quien pide que la saquen y retoma). Me pasó de volverlos a leer y ver como si los hubiese escrito otro. No me reconocía en la escritura y me reía muchísimo. Lo que rescato es que a veces escribo mejor de lo que creo que escribo.

P: ¿Cuáles son tus referentes en los medios?
E:
En los medios (hace un largo silencio) me parece que pasa más por el lado de la comedia. A veces me encuentro en Caiga cosas inspiradas en (Alberto) Olmedo, (Pepe) Biondi, un Tato Bores, hasta los grandes actores cómicos de la tele. Obviamente no pretendo ser actor como ellos, pero me doy cuenta que hay ciertos giros de humor televisivo que responden a ellos.

P: ¿Y en la radio quiénes te gustan?
E:
Y en radio me gusta (hace un silencio) de Lalo Mir al negro Dolina, la gente que hacía El tren fantasma, Nini Marshall y algunas cosas del Rapidísimo de (Héctor) Larrea, que influyó mucho a todos acá.

P: ¿Quiénes serían tus antireferentes?
E:
Un Beto Casella, un negro (Oscar) González Oro, un (Antonio) Laje, Daniel Hadad. Esas son las cosas a las que no me gustaría... perdón - se ríe y corrige-, es la gente a la cual no me gustaría parecerme en nada. - Más risas- por cómo imponen su ideología, sus intereses y por cómo se manejan en los medios.

P: ¿Cómo te ves en un futuro?
E:
Yo nunca tuve mucho interés en lo que me depara el futuro. A partir de que soy padre tengo como cierta preocupación, pero son más deseos que realidades. El día de mañana se acaba Cual es? y no sé, no tengo idea. Por suerte cuento con una experiencia y un background que me permiten ocupar un lugar y me den ciertas oportunidades. Ahora, no tengo ni idea de qué haría.

P: ¿Y que te gustaría poder hacer?
E:
En realidad, ahora, a mí lo que me gustaría es vivir de la música - se ríe-. La verdad, me encantaría tocar todos los fines de semana y con eso poder alimentar a mi familia. Pero es imposible…

P: ¿Cómo lo llevás en la piel la banda de un bajo perfil?
E:
La música es como la novia nueva. Es algo completamente nuevo para mí y le tengo mucho respeto. La música me brinda cosas que no me brindan ni mi laburo, ni mi familia, ni nada.

P: ¿Qué pensás sobre la legalización de la marihuana?
E:
(Come su sandwich de milanesa, tomate, huevo y mayonesa) Particularmente yo estoy a favor, pero en el sentido de que si el tabaco y el alcohol son legales, la marihuana es menos nociva en un montón de puntos que tienen que ver con la química y eso. El tema es que lo ilegal es mucho mejor negocio (…). Si vos legalizás la marihuana, se le cae el curro a un montón de gente muy poderosa, seguramente. Entonces no creo que la legalicen jamás, o por lo menos a corto plazo.

P: ¿Y sobre la religión? ¿Crees en algo?
E:
(Piensa) No. En realidad –pausa-, esa es la palabra: creer. Es cuestión de fe. Yo no creo en nada que esté en un ente, que sea tan organizado y que pueda manejar tantas cosas al mismo tiempo en un sistema operativo universal. Me parece que hay un montón de fuerzas naturales que interactúan y como resultado dan lo que es el universo y punto. En cuanto a religiones, no me convence ninguna. Cuando me hablan de Dios a imagen y semejanza, mucho no me cierra. Ahora, cuando me hablan de muchos dioses a imagen y semejanza puede ser, porque los dioses romanos y griegos eran virtuosos y tenían defectos.

P: ¿Te impusieron de chico la religión o siempre pensaste eso?
E:
No, al contrario. De chico le pregunté a mi vieja por qué no me habían bautizado y me explicó que hasta tanto yo no eligiera que religión profesar, no me bautizarían. De más está decir que mis dos viejos eran agnósticos y la religión les importaba un pito. Y cuando yo me puse a investigar un poco, también me importó un pito. Nunca me bauticé y encima la Iglesia como institución me parece nefasta.

P: ¿Sos un eterno adolescente o vivís una adolescencia atrasada?
E:
Soy un eterno adolescente, nunca deje de serlo –se ríe- .Eso es una gran macana. En el sentido creativo y de tipo de laburo que hago, es bárbaro. Ahora, ser padre de familia y adolescente se complica un poco a veces.

P: ¿Y cuánto hay de rebeldía en tu personalidad y cuánto hay para el negocio?
E:
No invento mucho el personaje, eh. - traga el sándwich-. Exagero o exacerbo algunas características mías, pero básicamente soy lo que predico. O sea, inventar un personaje me sería bastante complicado. En cambio, exagerarlo un poco para que artísticamente rinda más, es mucho más fácil. Yo se que soy yo y que a veces me voy al carajo.

P: ¿Qué querrías contarle a la gente? Algo que aun no sepa y vale la pena.
E:
(Se queda pensando un rato) Hay camiones que tienen escrito una leyenda que dice: "Todos ven mi progreso, pero no mi sacrificio". Bueno, - piensa - lo que diría es que miren lo que hay atrás del progreso, porque a veces me da bronca pensar que hay gente que cree que a mí de un día para el otro me fue bárbaro, triunfé y era exitoso. Y no fue así. Eso responde a muchos años de pasar hambre y luchar por lo que creía. Por suerte salió bien, pero las he pasado canutas. Sepan que atrás de todo ese progreso que se ve o de todos esos avances que uno puede tener, hay un laburo enorme y eso hay que tenerlo en cuenta.






  • Nació el 7 de diciembre de 1963.

  • Está casado por civil y tiene un hijo de 7 años, Martín.

  • No tiene ideología política definida.

  • En 1985 conoció a Mario Pergolini. Convivieron en el monoblock de Eduardo, en La Boca.

  • Con Mario condujo “Malas Compañías”, por Rock & Pop. Fue un ciclo radial que cambió la forma de hacer FM.

  • Trabajos en TV: “Videoscopio”, “La TV Ataca”, “Turno Tarde”, “El acomodador”, “Audacia”, programas de Nacional Geographic, entre otros.

  • Trabajos en Radio: comenzó en una radio de cumbia.

  • Libros: "¿Cuál es?", "¿Cuál es? 2 (el regreso)", "Las aventuras del Osito Mimosito y otras guarradas", "¿Cuál es? Edición definitiva", Por qué tardé tanto en casarme", " El día más feliz de mi vida”, entre otros. A fin de 2007 sale publicado su último libro, el cual no tiene un nombre definido. ("Aerosmith es una mierda")

  • Revistas: editor de "Twist y gritos", "Tren de carga" y “Music Expert”. Participó en "Satiricón", "Eroticón", "Rock & Pop revista" y en las españolas "Heavy Rock" y "Popular 1". Además, escribió para la revista "Mix”.




La política argentina hasta el 2007, según Caiga Quien Caiga…
Las personalidades de Eduardo de la Puente, Mario Pergolini y Juan Di Natale, le dan forma a CQC. El co-conductor cree que el programa tiene una eternidad mientras haya corrupción y farándula en el país.
Este trío, desde el humor intenta mostrar el lado oscuro de la política. Y eso lo resume así: “Nada es lo que parece” y “Nos están cagando”. Para no dejar dudas, dice que Caiga está inclinado hacia un lado más anárquico, con un criterio destructivo y prejuicioso.
Pese a que el presidente Néstor Kirchner nunca les dijo nada enserio, se los tildaba de oficialistas. Se entiende que el “Pingüino” lo hacía para quedar simpático.
Para las elecciones a Jefe de Gobierno porteño, ve a Macri como buen presidente de Boca y nada más. De Télerman y Filmus, le consta que han hecho cosas, pero “ante el hambre desmedido de poder, no les cree un carajo a ningún candidato”.
¿Néstor o Cristina? Considera que ambos son un clon; cualquiera que siga en el poder, va a seguir con la política del otro. Sin más que agregar, De la Puente como cucaracha de CQC, le daría dos medallas a este matrimonio.




Perfil de Eduardo de la Puente Según los 7 pecados capitales
Avaricia:
5. Se cree más avaro de lo que realmente es.
Gula: comiendo, muy exaltado grita un 10. Se empieza a reír y cuenta que es absolutamente hedonista, le gusta la comida y la bebida.
Lujuria: 5. Desde que se casó es más moderado. Pero cuando conoció a Mario Pergolini era muy lujurioso con muchísimas compañeras ocasionales.
Envidia: 5. Confiesa que a veces se “pesca” envidiando cosas que son una pérdida de tiempo.
Soberbia: 2. Dijo que tiene poca autoestima y aunque se da cuenta que ciertas cosas que hace están mucho mejor de lo que cree.
Ira: desde el 9 hasta el quinto puesto. Le irrita la falta de respeto.
Pereza: 9, pero le gustaría que fuese un 10. Aconseja disfrutar del ocio.

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