6.05.2008

Cuba

Tengo algo distinto para contar. La verdad es que esta noticia me puso contenta y creo que vale la pena contarla porque implica un gran avance en Cuba. Un país ahora gobernado por Raúl Castro, el hermano del comandante Fidel.

Resulta que el próximo verano se podrá ver programas extranjeros en un nuevo canal televisivo. Y las emisiones serán materiales del noticiero venezolano de Telesur, Televisión Española y de Discovery Channel, según contó el presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Ernesto López.

Lo bueno de todo esto es que se está permitiendo una mayor libertad en cuanto a la prensa, a la de expresarse y la difusión de contenidos, lo que no había o no se permitía durante el mandato de Fidel.
Muchas veces a los cubanos se les prohibió el derecho de manifestar lo que sentían o pensaban, respecto a la realidad que se vivía en la isla con Fidel, pero creían que eso algún día cambiaría. Y lo que vemos ahora son las primeras señales de cambios.
Hoy por hoy, Cuba es un país donde la información y su difusión han dado un giro importante.
Por ejemplo, varios crearon sus propias páginas webs o blogs donde cuentan la situación cotidiana de la isla y la censura que tienen por parte del Gobierno.

Pero a medida que las vías informativas cambian y se multiplican, hay otras cosas con las que no pasa lo mismo; no se ven avances. Y el permiso de salida del país es una de las cuestiones. El caso más reciente es el de la periodista Yoani Suárez, que se había ganado un premio en España por su trabajo en el blog: “Generación Y”. Según lo que ella manifestó, las autoridades cubanas no la dejaron viajar para recibirlo. Pero esa no fue más que una decisión retrógrada que se tomó en una sociedad azotada por la revolución de Fidel.

Sin embargo, más allá de eso, la gráfica también está cambiando durante el mandato de Raúl. El diario oficialista Granma, una vez por semana elige a dos o tres lectores para que escriban sobre los problemas de la sociedad. Y este permiso fue otorgado ni más ni menos que por el Partido Comunista, que además les da la oportunidad de brindar posibles soluciones, sugerencias o simples advertencias respecto de los problemas que padecen todos los días.
Muy por el contrario, las emisiones radiales y televisivas estatales son detestados por los cubanos porque piensan que los temas que se tratan son aburridos, anticuados y sin un toque educacional o de entretenimiento.

Pero lejos de eso, se puede decir que la Cuba de hoy está mostrando señales de un posible cambio en cuanto a las prohibiciones o censuras en la industria comunicacional. Raúl Castro justifica estas modificaciones diciendo que hay que terminar con el exceso de burocracia y de prohibiciones en el país.
Esto parece increíble, pero es real. Lo importante es que las buenas noticias no se terminen acá con estas nuevas medidas, porque no queremos más ver a los cubanos vivir en un constante retroceso político y social.

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